La ONCE y la Escuela Internacional de Cocina de la Cámara de Comercio de Valladolid han unido esfuerzos para promover la independencia y la integración social de personas con discapacidad visual a través de una innovadora iniciativa formativa. Esta colaboración ha dado lugar a una serie de cursos monográficos de cocina diseñados para mejorar las habilidades culinarias y fomentar la autonomía personal de los participantes.

Cocinar para la independencia: una iniciativa que rompe barreras

Estos talleres están dirigidos a personas con discapacidad visual de todas las edades y tienen como objetivo demostrar que pueden desenvolverse con total autonomía en la cocina. A través de recetas accesibles y adaptadas, los participantes adquirirán confianza en sus capacidades y desafiarán estereotipos sobre la discapacidad visual.

Además, la iniciativa busca concienciar a las familias y al entorno cercano sobre la importancia de fomentar la independencia de las personas ciegas, en lugar de sobreprotegerlas. Con esta formación, los alumnos mejorarán su coordinación, desarrollarán su competencia social y ganarán destreza en la elaboración de platos.

Un recorrido gastronómico inclusivo

El programa incluye cuatro talleres temáticos:

🔹 Cocina saludable (28 de septiembre) – Elaboración de snacks nutritivos, platos de arroz, frutas y verduras.
🔹 Postres creativos (23 de noviembre) – Técnicas de repostería casera con recetas innovadoras.
🔹 Tapas y canapés (14 de diciembre) – Creación de aperitivos y canapés originales.
🔹 Legumbres y hortalizas (25 de enero) – Platos a base de legumbres y verduras, frescas y en conserva.

Al finalizar cada sesión, los alumnos podrán degustar sus propias elaboraciones o compartirlas con sus familias.

Compromiso con la inclusión y la gastronomía

Las clases son impartidas por Raúl del Moral, chef docente de la Escuela Internacional de Cocina, quien cuenta con una amplia trayectoria en la enseñanza culinaria.

Esta acción formativa refuerza el compromiso de la ONCE con la inclusión y la accesibilidad, al tiempo que se alinea con la misión de la Escuela Internacional de Cocina de ofrecer espacios educativos abiertos a toda la sociedad, donde la gastronomía se convierte en una herramienta de integración y empoderamiento.