En el marco del Curso Internacional de Sumiller Profesional, los alumnos vivieron esta semana su segundo maridaje del curso, una experiencia pensada para introducirlos en el arte de la armonización entre vino y gastronomía. Esta actividad es una oportunidad única para ejercitar el análisis sensorial y técnico en un contexto real.

¿Qué es el maridaje de armonía?

El maridaje de armonía se basa en la búsqueda de equilibrio entre las características del vino y los sabores, texturas y salsas del plato. A diferencia de otros enfoques más contrastantes, esta técnica busca que ambos elementos se potencien mutuamente sin imponerse el uno sobre el otro. Es una herramienta esencial en la formación de un sumiller profesional, ya que permite entender cómo factores como la acidez, el tanino, el dulzor o el cuerpo del vino interactúan con los alimentos.

Menú maridaje

  • Entrante: Judiones de La Granja con boletus de Soria y trufa
  • Pescado: Bacalao pilpil con callos kimchi
  • Carne: Solomillo de Duroc en adobo castellano con pastel de patata y panceta curada
  • Postre: Tarta de manzana con helado de canela-cardamomo

Este recorrido gastronómico permitió experimentar cómo diferentes vinos pueden resaltar o equilibrar elementos como la untuosidad de una legumbre con trufa, la intensidad de un adobo castellano o la fusión de dulzor y especias en un postre.

Una selección de vinos para descubrir el equilibrio

Durante la cata, se trabajó con una cuidada selección de etiquetas que ofrecían una gran diversidad de perfiles enológicos y regiones:

  • Crianza Rioja genérico de la DO 2020
  • Vizar Prestige 2019
  • Pazo Pondal 2019
  • Blanco Rioja fermentado en barrica 2020, genérico de la DO
  • Dominio de Sexmil 2020
  • Julián Santos Urrián Martínez 2019
  • Bodegas Delampa Edición Centenario 1922–2022
  • Crin DO Jerez Sherry

Cada vino fue seleccionado por su capacidad para dialogar con diferentes componentes de los platos presentados: desde texturas grasas y proteínas intensas, hasta salsas con puntos dulces, ácidos o especiados. Esta diversidad permitió explorar cómo la elección correcta del vino puede transformar una comida en una experiencia completa.

Formación sensorial y criterio técnico

Para los alumnos del curso, esta sesión representó mucho más que una degustación: fue una inmersión en la toma de decisiones fundamentadas, en la sensibilidad hacia los matices y en la apreciación del equilibrio como valor esencial en el mundo del vino.

Con actividades como esta, el curso, en colaboración con Tierra de Sabor, apuesta por una formación integral que combina teoría, práctica y vivencias que preparan a los futuros sumilleres para destacar en un sector en constante evolución.